El juego: el laboratorio de los niños
Este artículo es una traducción de una parte de Early Math Skills – Building Blocks for the Future, estudio elaborado por la Universidad de Idaho.
Desde el nacimiento, los niños
construyen su conocimiento a través de sus sentidos y de sus
experiencias con el mundo que les rodea. Según el psicólogo ruso Lev Vygotsky,
los niños aprenden a través de las actividades que ponen en práctica
cuando juegan y es gracias al juego que desarrollan nuevas herramientas
que refuerzan su aprendizaje.
Recientes
investigaciones muestran como las habilidades de investigación y
resolución de problemas en niños pequeños se dan en un ambiente de
juego. A través de las diversas etapas de desarrollo, los niños con el
juego comienzan a aprender habilidades matemáticas esenciales como el
conteo, la igualdad, la suma y la resta, la estimación, la
planificación, los patrones, la clasificación, el volumen, el área y la
medición.
El conocimiento no estructurado
proporciona una base sobre la que las matemáticas formales pueden ser
construidas. Por lo tanto, muchos educadores defienden el uso de juegos
como una herramienta para enseñar matemáticas a los niños pequeños.
Los padres y los maestros pueden
facilitar el aprendizaje ofreciendo a los niños de todas las edades
oportunidades y material para promover la construcción del pensamiento
matemático. La cantidad o el sentido del número son tan importantes para
el desarrollo de las matemáticas como el desarrollo de la conciencia
fonológica (atención a los sonidos de las palabras) son necesarios para
aprender a leer y escribir. Tal y como los niños necesitan oír las
palabras, los ritmos y los sonidos para comenzar la lectoescritura,
también necesitan experimentar para desarrollar el sentido del número.
Los niños que están rodeados de objetos
interesantes como bloques de construcción pueden descubrir de forma
natural las relaciones entre las piezas –por ejemplo, igual y diferente,
pequeño y grande, más y menos- Cuanto más frecuentemente hagan
comparaciones más complejas se volverán éstas.
El acompañamiento de calidad es
importante. Mediante el diálogo con los niños, los padres, maestros o
acompañantes describen, nombran y hacen preguntas que conducen a la
adquisición de las palabras específicas, los símbolos y la comprensión
en las que se basa el pensamiento matemático.
Fuente original:
Harriet Shaklee, Ph.D., Patricia O’Hara, M. S., Diane Demarest, M.Ed.
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