LAS MATEMÁTICAS SON LA POESÍA DE LAS CIENCIAS.
Léopold Sédar Senghor

ESTE BLOG ES UN BLOG PRIVADO , PERO LIGADO A MI TRABAJO. ES UN BLOG QUE COMUNICA EXPERIENCIAS DEL USO DE LOS DADOS EN AULAS DE APOYO EN GRUPOS DE DOS A CUATRO NIÑOS. UTILIZADOS A NIVEL DE PRIMARIA PRIMERO SOBRE MIS PROPUESTAS DE MOTIVAR EL ESFUERZO EN TODAS LAS TABLAS, DESPUÉS LLEVANDO LAS PROPUESTAS Y PROBLEMAS A TRABAJAR SU ESQUEMA CON ELLOS. CERCANO A ALGUNAS PROPUESTAS DE JAIME MARTINEZ MONTERO
EN ARTÍCULOS COMO LOS 13 PROBLEMAS DE RECTAR Y OTROS QUE SIEMPRE CITO. TODOS LOS ALUMNOS HAN COLABORADO SIEMPRE DE MUY BUEN GRADO.


jueves, 5 de marzo de 2015

Un monte me sostiene y el sol traza mi sombra.

  • Texto:
    Un monte me sostiene y el sol traza mi sombra.

    Bajo el peso ligero de mis ojos
    los números se extienden,
    signos en la materia polícroma del valle.

    Junto al camino;
    al amparo del único ciprés,
    los huesos de un centauro son la nada,
    lo que un cero perdido significa.
    Pero el árbol esbelto y verde oscuro,
    el ciprés solitario de funeral ternura,
    es la unidad, lo simple, lo que empieza.
    Y ese abrirse la estrada de dos senderos,
    como el eco sonoro y los amantes,
    trama el sentido del número segundo.
    Y las hojas menudas del trébol atrevido
    que, retando a mis pies, surge del suelo
    ¿no son principio, centro y fin, como reclama
    el tres para ser cifra?

    Si mis brazos extiendo y miro el horizonte,
    siento cruzar los puntos cardinales:
    cuatro,
    y en ellos flota el viento caprichoso
    que el fuego misterioso siembra de humo,
    y la tierra y el agua se cortejan
    con fluvial armonía.

    En lo agreste hay un cinco,
    digital y bucólico,
    que significa paz.

    Desde el valle se aniebla
    la sangre de los números

    Veo un seis en el paisaje vivo,
    en la hermosa parcela de universo
    que la tarde y el tiempo seducen con amor.

    Lejos,
    heredero de lluvias,
    el puente celestial del Arco Iris:
    siete colores presta al firmamento,
    y la leyenda eterna, siete enigmas.

    Hay quietud; todo es perfecto y mesurado
    como si fuese un ocho la campiña.
    Tal vez las nueve musas no están lejos
    de la alameda que ríe junto al río,
    y el cielo sea un diez incontenible y puro.

    Ocultos al orgullo de las urbes,
    los números construyen sinfonías
    y definen aromas planetarios,
    espejos del infinito y de la nada
    .
  • Fuente: Poesía y Ciencia, dirigida por Pedro Alonso Miguel

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